Tú mandas.

Pasará el tiempo, pasarán mil y una personas por tu vida, y unas cuantas por tu corazón. Pero nunca, nunca, vas a conseguir olvidar ese primer amor. Juras que le tienes olvidado, pero cada vez que le ves, se te revuelven las tripas, te da un vuelco el corazón, y te persiguen millones de recuerdos. Eso de "no quiero saber nada más de él" no te lo crees ni tú, ni yo, ni nadie. Porque le quieres, le has querido, y con mayor o menor fuerza, le seguirás queriendo. No puedes olvidar parte de tu vida, parte de tu pasado, lo que ha definido en mayor o menos medida quién eres hoy, y quién vas a ser mañana. Es una capacidad humana, no para desapercivido, dejar tu huella allá por donde pisas. No intentes engañarte, le quieres, aunque te hagas la dura, aunque quieras hacerle creer a los demás que ni te acuerdas de su nombre, si por ti fuera, te pasarías el día a su lado. Pero no. El destino no lo quiere así, por lo menos por ahora. Pero tienes que ser fuerte, la probabilidad de que algo ocurra es inversamente proporcional a las ganas con lo que lo buscas. Trata de alejarte, aunque no olvides, mantente al margen. Desaparece un tiempo, y reaparece con más fuerza, despierta mil pasiones aunque solo quieras despertar la suya. Conoce a otras personas aunque solo quieras saberlo todo de él. Recuerda, que tú tienes el control de tu vida, y no tienes que dárselo a nadie, nunca, porque aquellos que te prometen un "para siempre" una vida hecha, una boda, una casa, una familia, un futuro sin fecha de caducidad, se están engañando ellos, y te están engañando a ti. Si él, te ha prometido la luna, dale confianza pero que tu vida no dependa de él. Si el ni siquiera te promete saludarte mañana, hazme caso, desaparece un tiempo que se olvide de ti, y el día que decidas, el día que estés preparada para volver a por él, disimula tu interés, y pisa con fuerza para no pasar desapercibida. Ellos, nos tienen locas, en general, pero el primer amor, no se olvida nunca, pero tú decides hasta donde va a controlar tu vida.