Me balanceo entre tus nudos polares, me siento magnetizada hacia tu tiempo imperfecto, presiento en mis nervios tu abrazo minúsculo arrojándome a las fracciones de tu relámpago invidente. Sabes que toda alteración es parte de mi entrega, porque está tu piel electrizando mi columna; que siga el equilibrio inalterable, y que el lenguaje sea más allá de lo existente.
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